El Jerezano Juan José Padilla forma parte ya de este grueso de toreros presentes en la mayoría de las Ferias importantes. Quizás su nombre no aparezca en los carteles que él quisiera, pero también es cierto que nunca había podido imaginar, como el mismo reconoce, que estaría presente presente en las Ferias de categoría.
Se ha abierto un hueco a costa de "tragar" como se dice en el argot, matando ganaderías "duras". Pero no solo las mata, también las torea y corta orejas. Tiene muy claro que para llegar a ser alguien hay que darlo todo cada tarde y es lo que hace. Ahora si, con las ganaderías duras. En un futuro Dios dirá.
Su cuerpo es testigo de muchas cornadas que lleva recibidas. No en vano, es raro el día en que Padilla no visita la Enfermería. Pero lo tiene más que asumido, no hay más que verle la cara de resignación al Torero, apesar de la sonrisa que intenta disimular cuando se dirige en cada toro a la Puerta de Chiqueros para empezar a calentar aquello.
Su carrera siempre está en juego, y el lo sabe. La Virgen del Pilar fue testigo del peor trance de la carrera del torero Jerezano, al salir de la cara del toro tras cuajar un buen par de banderillas, Padilla sufrió la más espeluznante y terrible cornada que un hombre puede padecer en una Plaza.
Es la fuerza de la pasión y la entrega a un animal y a la vocación artística que este Gladiador moderno expresa y nos regala desde hace más de diecisiete años. Es el fuego de la vocación, la raza y el amor al toreo de este hombre indestructible.
Un Abrazo.
Fdo. Javi Jiménez. Un Aficionado.
Sí señor, mi amigo Javier Jiménez no solo puede estar orgulloso de sus dotes artísticas como fotógrafo sino también como escritor. Bonito y sentimental artículo dedicado a Juan José Padilla tras la horrible cornada sufrida recientemente.
ResponderEliminarJavier, enhorabuena y sigue así.
Un abrazo.
Fernando León.